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¿QUÉ PENSAR DE LA REENCARNACIÓN?

Está establecido para los hombres que mueran una sola vez,y después de esto el juicio. Hebreos 9:27.

Una parte de la humanidad cree en la reencarnación, es decir, piensa que el alma, después de la muerte, halla otro cuerpo en donde habitar. Esta creencia, muy antigua, constituye el fundamento de las religiones de origen indio: budismo, hinduismo, etc.

Lo nuevo es que en los países occidentales numerosas personas encuentran esa doctrina convincente y algunas piensan que aun es compatible con el cristianismo. Para ellas, tendría la ventaja de dar a los incrédulos una o varias oportunidades. En realidad, esta doctrina es fundamentalmente opuesta a lo que la Escritura enseña. No hace más que traducir la confusión del ser humano frente a la muerte y la necesidad de ser tranquilizado. ¿Qué hay después de ésta y qué consecuencias traerá para mí la manera en que viví?
En su Palabra, Dios nos da la única verdadera respuesta a esta pregunta: todos los hombres merecen un eterno castigo a causa de sus pecados, pero a todos Dios ofrece su gracia por medio de Jesucristo, quien expió los pecados en la cruz. Sólo aquellos que por la fe lo aceptan en sus vidas son limpiados de sus pecados, reciben la vida eterna y son adoptados por Dios como sus hijos. No hay, pues, nada en común entre la reencarnación y la esperanza cristiana de la resurrección.
“Dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente”
(Juan 11:25-26).

Por: Amen-amen.net

 
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"Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos. Como son más altos los cielos que la tierra, así­ son mis caminos más altos que vuestros caminos y mis pensamientos más que vuestros pensamientos". Isaías 55:8 y 9


"Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, les ruego que cada uno de ustedes, en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta." Romanos 12:1 y 2